Hola seres invasores de mi psiquis

Escribo para ustedes, porque vi que la realidad era cruel, y no me leían quienes yo esperaba, sino un par de desconocidos que tuvieron la curiosidad que aquellos que me conocieron jamás encontraron. Supongo que no era tan interesante como me creía, o ellos no lo vieron, ya no importa.

Hace meses que desaparecí, y no encuentro mejor palabra que esa, desapareció la persona que decía estas cosas. Muté súbitamente a través de la terapia, el viaje y la dura y a la vez gratificante experiencia de valerme por mi misma en un país en el cual se le meten piedras al ser humano honesto y bondadoso y se le da todo al corrupto mentiroso.

Si bien sigo mojando los dedos de los pies en las aguas del suicidio, no me caigo en ella. Tampoco pretendo treparme a lo más alto de la montaña porque descubrí que es desde allá arriba desde donde me caigo más fácilmente. Me saqué las piedras que llevaba atadas a los tobillos, pero también dejé de imaginar aves mágicas salvadoras. Me descalcé y esta vez pretendo avanzar lentamente por el terreno, mirando sólo el próximo paso. Eso me permitió no estar en el pasado ni en el futuro, sólo acá... Bueno, al menos la mayor parte del tiempo, aunque por las noches sobre todo, me persiguen los fantasmas que habitan en mi corazón, y algunos días, olvido que no son reales.

Como resultado de mi gran autosuperación y del sufrimiento por mi esclavitud consciente, el arte empezó a brotar de manera desmedida por varios canales más. Comencé a escribir la catarsis más honesta, cruda y personal que vomité en mi vida. Un poco de aquello se expresó en canciones, y tal vez en algún momento pueda volver a salir en video. También, cambié los acrílicos por aerosol, y cambié el "no puedo" por el "veamos qué pasa", y hoy, luego de sólo un par de meses, me siento toda una artista. Por otro lado, "veamos qué pasa" me dio espacio para continuar ayudando en un proyecto que no es mío pero que entendí que quería ser parte de mí. Espacio para no ser perfecta y completa es espacio para aprender e intentar, lo cual inevitablementr lleva a lograr.

Simplemente, mi ser se purificó a tal punto, se hizo tan predominante, se volvió tan honesto con sí mismo, que los blogs quedaron antiguos, como pasa con un viejo diario que se lee años después. Como ver los dibujos de jardín cuando estás en secundaria, o centrarse en el desarrollo de la película cuando ya se desencadenó la resolución, el alivio.

No estoy despierta aún, diría que todavía estoy más lejos que cerca, pero menos lejos que antes. Tengo una voz en la cabeza que tiene mucho miedo y no para de hablarme. Tiene miedo del futuro, y de no poder olvidar el pasado. Se vuelve loca buscando la forma de cumplir sus deseos, y a la vez nota, que la mayoría, sino todos, se terminan volviendo en contra. Una de cal, una de arena. Se retuerce en la melancolía y las suposiciones utópicas, se enfurece ante las injusticias y la falta de humanidad. Pero está callando a medida que se queda sin argumentos, entregando su falso poder a la verdadera fuente del mismo... A lo desconocido, a la incertidumbre. Entrega, rendención, paz. Eso aprendí en Capilla, eso vivo olvidando y recordando.

Quizás en un tiempo tenga el coraje de publicar toda la enfermedad que vomité en palabras tan honestas que son terriblemente vergonzosas. Todavía no logro aceptar mis sentimientos, los veo como una especie de error que jamás debería pasar. Quizás lo haga cuando termine de irse este virus en mi mente, y cuando mi corazón, si es que algún día lo hace, vuelva a latir por alguien que me ame.

Mientras tanto... Me refugio sólo en mis propios paisajes.