Under neon loneliness, everlasting nothingness

Lo que siento ahora es lo mismo que siento casi todos los días, mientras me rompo el culo haciendo cosas que no me interesan, con gente con la que nunca eligiría compartir mi tiempo. Cuándo podré salir de la esclavitud, si es que alguna vez puedo salir. "Nacimos para ser esclavos", me dijo mi papá. El viejo, al final, yo le trato de decir cómo son las cosas, y él ya las sabe. Sabe que siempre vamos a ser esclavos, hasta que nos muramos, y parece estar resignado a eso, casi aceptándolo como algo que no se puede cambiar. 
Y yo sé, que creo mi realidad con mis pensamientos, esa es la cagada.
Sí se puede cambiar, viejo. Se puede. La prisión está en la mente.
O eso quiero creer, entendés? porque aunque tenga que hacer guita para sobrevivir, quiero hacerla con algo que me guste. Es mi sueño más grande, hacer algo que me guste, y que encima me de plata de alguna manera, o por qué no, varias cosas que me gusten y me den plata. O no necesitar plata.

Y después, siento que lo merezco. No como antes que pensaba que no lo merecía, que no soy lo suficientemente buena. Me siento un toque más valiosa, y quiero que me valoren. Quiero un hombre que valore lo que soy como yo lo valoro a él. Y quiero sentirme valiosa en mi trabajo y quiero sentir lo valiosa que es mi vida. Pero no pasa, lo sigo boicoteando todo, o no llega, no sé. Alta depresión esta semana. 

Si tuviera el valor de mandar todo y todos a la mierda, si me dejara de importar tanto todo...
Estoy re loca por suerte, si no no sé, terminaba llorando en la bañera como ayer. 

Horror.




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